El plan de negocio, una herramienta fundamental
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El plan de negocio, una herramienta fundamental

En los últimos años, el plan de negocio está siendo denostado por los propulsores de las nuevas modas del emprendimiento. En algunos foros, se trata de desplazar su valía ante los emprendedores. De hecho, no es inusual escuchar a algún estudiante que quiere formarse para emprender que cuestiona la utilidad del plan de negocio frente a herramientas de desarrollo de ideas de negocio que han adquirido popularidad en los últimos años. El emprendedor debe ser consciente de que tienen utilidades distintas y no excluyentes.

¿Business Model Canvas? ¿Metodología Lean? ¿Plan de negocio? No nos engañemos…tienen utilidades distintas y no excluyentes

Las herramientas de desarrollo de ideas de negocio, como Business Model Canvas o, la tan mencionada, metodología Lean resultan útiles para la configuración inicial del modelo de negocio y sólo para algunos tipos de ideas de negocio. No obstante, y si se analiza con detenimiento, no vienen más que a sistematizar las bases (o elementos clave) de un plan de negocio en herramientas más visibles (por ejemplo, el lienzo del BMC) y manejables para el emprendedor que se inicia en estas lides, así como a adaptar las mismas a determinados modelos de negocio en auge en los últimos años (por ejemplo, los desarrollados en Internet). Por ello, el emprendedor no debe considerarlas como un sustituto del plan de negocio, el cual se constituye como una herramienta más completa, integral y profunda para guiar al emprendedor en su proyecto empresarial.

La elaboración del plan de negocio supone para el emprendedor un reto que implica construir desde cero un negocio viable. Para ello, debe partir de la identificación de una oportunidad de negocio real y la explicación y configuración de la forma de explotarla. Así el emprendedor tendrá que pensar en cada uno de los detalles de su negocio para alcanzar la viabilidad del mismo, no sólo en términos económicos-financieros, sino también a nivel estratégico, comercial, operativo, organizativo y jurídico-fiscal. Esta labor no debe ser directa y de sentido único, sino que requerirá de muchas idas y venidas que harán que el plan de negocio sea un documento vivo y dinámico sujeto a constantes modificaciones que lleven al emprendedor a conocer en profundidad el negocio que está configurando. Esta ardua labor de contemplar múltiples aspectos del negocio – y variantes que permitan al mismo ser flexible ante un entorno con alto dinamismo, contribuirá al desarrollo de un negocio con mayor probabilidad de éxito; gracias a ello, el emprendedor habrá alcanzado un conocimiento más profundo de la oportunidad de negocio que quiere aprovechar y de cómo hacerlo. Este aprendizaje desarrollado a lo largo de la elaboración del plan de negocio será realmente valioso para el emprendedor, quién tendrá mejores herramientas para decidir si poner en marcha el negocio o no; y en su caso cómo hacerlo.

En todo caso, tras la elaboración de un buen plan de negocio, el emprendedor estará en una posición mucho más ventajosa para divisar el incierto y arriesgado proyecto en el que se aventura.

Alicia Rodríguez Márquez
armarque@ing.uc3m.es

Subdirectora del Máster Universitario en Iniciativa Emprendedora y Creación de Empresas de la Universidad Carlos III de Madrid.

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